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Vinos y cavas
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Antiguamente era muy común el falso mito de que la temperatura ideal para el vino tinto es la “temperatura ambiente”.
Este argumento se contextualiza en Francia cuando las casas no disponían de calefacción y las botellas se conservaban en las bodegas para servirse poco tiempo después de estar en una habitación a la temperatura recomendada (16ºC).
Pero esto dejó de tener sentido cuando actualmente en cualquier estancia donde se vaya a disfrutar de estos vinos se dispone de calefacción.
¿A qué temperatura se sirve el vino tinto?
Por lo tanto, la temperatura a la que se sirve el vino tinto, como ya se ha especificado, es generalmente 16ºC . Pero debemos apuntar algunos matices teniendo en cuenta qué tipo de vino es:
- Los vinos tintos jóvenes son vinos más ácidos, con menos carga tánica y estructura, por lo que serán los que se sirvan a menor temperatura, la recomendada para estos vinos jóvenes sin crianza será de entre 12º y 15º centígrados. Un ejemplo, es nuestro excelente Segura Viudas Garnatxa.
- Los vinos tintos con crianza son vinos que han permanecido entre 6 y 12 meses en crianza y por tanto su carga de taninos es media y la acidez disminuye. La temperatura ideal sería de entre 14º y 17º centígrados. Recomendamos nuestro Segura Viudas Mas d’Aranyó.
- Los vinos tintos con crianza prolongada son vinos con más de 12 meses de crianza y pudiendo superar los 36 meses. Estos vinos sueles ser tánicos ya que, si no lo fuesen, no podrían aguantar estancias tan prolongadas de crianza. Su temperatura ideal para servirlos va desde los 16º hasta los 20º.
Y el vino blanco, ¿a qué temperatura se sirve?
Los vinos blancos, por lo general, son vinos que se sirven fríos porque la temperatura baja hace que la acidez sea menos agresiva, pero debemos tener cuidado a la hora de enfriar los vinos porque si la temperatura es demasiado baja, nos encontraremos que podemos romper el equilibrio de acidez y aromas del vino.
Por eso es tan importante saber a qué temperatura se debe servir el vino blanco:
- Vinos blancos ricos en fruta y flor: pueden servirse muy fríos, con una temperatura entre los 4 y 5ºC. Os recomendamos Segura Vidas Xarel·lo.
- Vinos blancos que no han pasado por barrica: deben servirse a una temperatura bastante fría, entre los 6º y 9ºC. De esta forma conseguiremos que no predomine el alcohol y que la acidez sea la ideal. Se recomienda introducirlo en una cubitera con agua, hielo y sal durante 12 o 13 minutos, o bien dos horas en la nevera.
- Vinos blancos con crianza: en este caso, la temperatura ideal irá entre los 10º y 12ºC para que puedan aparecer los sabores que el paso por barrica introduce en el vino. Hay que introducirlos en la cubitera durante 10 minutos o hora y media en la nevera. Deberemos sacarlo con suficiente antelación para conseguir esta temperatura perfecta. Un buen ejemplo es Segura Viudas Creu de Lavit.
- Cava: estos vinos espumosos deben servirse a una temperatura de 6º o 7ºC para conseguir que la burbuja luzca en su máximo esplendor y no se conviertan en vinos demasiado amargos. Deben estar más de 15 minutos en la cubitera o 2 horas y media en la nevera antes de servir. Sin duda recomendamos nuestro clásico Brut Reserva Heredad.
¿Qué ocurre si se enfría demasiado el vino tinto?
Si lo tomamos muy frío, el vino perderá sus aromas, y si la temperatura es muy alta, se acentuará tanto la acidez como el alcohol, con lo que el sabor del vino se perderá.