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Vinos y cavas
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En las catas de vino es habitual agitar la copa para potenciar los aromas durante la fase olfativa de la cata, que es la que se presenta después de la fase visual.
Fases de la cata
La fase olfativa es la fase más importante y compleja de la cata en la que el vino nos desvela sus matices y sensaciones que nos encontraremos posteriormente en la fase gustativa. En esta fase tiene una importante influencia el movimiento del vino en la copa para abrir los aromas.
Debemos oler el vino en la copa tras girarla, moviéndola ligeramente sin agitar vigorosamente para que aumente la superficie de evaporación y favorecer la volatilización de los aromas y poder percibir una mayor sensación aromática. Aquí surgirán nuevos aromas o nuevas intensidades que son analizados, identificados y descritos.
Al agitar el vino ligeramente se ponen de manifiesto los aromas secundarios de la fermentación responsables de los caracteres aromáticos que tienen en común los distintos vinos, como es el caso de los vinos de Segura Viudas. Algunos aromas secundarios dan al vino caracteres pasajeros más o menos agradables. Son olores a fermentación, a levadura, a pasta fermentada, trigo, pan, etc. Posteriormente apreciamos los aromas terciarios provenientes de la crianza, conservación y envejecimiento.
Tercera etapa
Existe una tercera etapa en el movimiento de la copa que no siempre es necesaria. Consiste en agitar la copa de manera contundente (tapándola con la mano si fuese necesario), para después oler. Con ello conseguimos resaltar algunos aromas defectuosos que hayamos podido intuir, o percibir, en la fase anterior.
Sin embargo, agitar la copa es una práctica que podemos realizar todos cuando probemos un vino para potenciar los aromas y disfrutar aún más de la experiencia enológica con los vinos de Segura Viudas.