Cómo catar un vino: fases

La cata de un vino es una experiencia sensorial que permite apreciar todas sus cualidades. Se divide en tres fases: visual, olfativa y gustativa. En la visual, se observa el color y la densidad. En la olfativa, se identifican los aromas primarios, secundarios y terciarios. Y en la gustativa, se degustan los sabores básicos y se evalúa la textura. Cada fase aporta información clave para disfrutar plenamente del vino.

Fase visual de la cata de vinos

La fase visual de la cata de vinos es fundamental para apreciar y entender mejor la bebida. A través de la observación del color y la capa del vino, así como de la interpretación de las lágrimas en la copa, podemos obtener información valiosa sobre sus características y calidad.

Observación del color y la capa del vino

El color del vino puede variar desde tonalidades pálidas hasta intensas, lo cual nos da pistas sobre su edad y variedad de uva utilizada. La capa del vino se refiere a la opacidad de la bebida, pudiendo ser brillante y limpia en vinos jóvenes o más densa en vinos de mayor crianza.

Interpretación de las lágrimas en la copa

Las lágrimas que se forman al mover la copa nos indican la graduación alcohólica del vino, siendo más viscosas en vinos con mayor contenido de alcohol. Observar las lágrimas nos permite deducir la estructura y cuerpo del vino, así como su posible evolución en copa.

Fase olfativa de la cata de vinos

La fase olfativa de la cata de vinos es fundamental para apreciar todos los matices y aromas que esta bebida nos ofrece. A través de los aromas primarios, secundarios y terciarios presentes en el vino, podemos descubrir pistas sobre su fermentación, crianza y variedad de uva.

Aromas primarios, secundarios y terciarios

• Los aromas primarios son aquellos que provienen directamente de la variedad de uva utilizada en el vino. Pueden ser frutales, florales o herbáceos, dependiendo del tipo de uva.
• Los aromas secundarios se desarrollan durante la fermentación y la crianza, aportando notas de levadura, madera, especias o lácticas al vino.
• Los aromas terciarios surgen con el envejecimiento del vino en la botella, ofreciendo matices complejos como cuero, tabaco o minerales.

Identificación de los aromas en la nariz del vino

Al aspirar los aromas del vino, es importante prestar atención a cómo se combinan y se manifiestan en la nariz. La intensidad, la persistencia y la armonía de los diferentes aromas nos brindan pistas sobre la calidad y la complejidad del vino que estamos catando.

Fase gustativa de la cata de vinos

Degustación de los cuatro sabores básicos

Al probar el vino, es fundamental prestar atención a los cuatro sabores básicos: salado, dulce, ácido y amargo. Cada uno de ellos aporta una dimensión distinta a la experiencia de cata, permitiendo apreciar la complejidad de la bebida.

Evaluación de la textura y persistencia gustativa del vino

Además de los sabores, la textura del vino juega un papel crucial en la percepción gustativa. La suavidad, la aspereza o la cremosidad en boca pueden revelar información sobre la calidad y la elaboración del vino.